
Q&P JARDINERÍA
El Imagotipo integra simbología vegetal y humana mediante una flor estilizada que nace de una mano: una metáfora visual que conecta la intervención humana con
La marca del Hotel La Casona de Somahoz parte de un enfoque profundamente respetuoso con la identidad arquitectónica, histórica y emocional del edificio original. El objetivo principal fue construir una imagen visual que no solo identificara al hotel como un espacio de alojamiento, sino que también transmitiera todo el valor simbólico y experiencial de hospedarse en una casona tradicional cántabra. La marca se plantea como una extensión de la experiencia que viven los huéspedes: un equilibrio entre la calidez de lo rural y la elegancia de lo sobrio, entre la tradición arquitectónica y la modernidad funcional.
La paleta de colores utilizada, basada principalmente en blanco, negro y grises neutros, refuerza la percepción de elegancia, sobriedad y sofisticación. Estos colores no solo funcionan bien en términos de identidad visual, sino que también permiten resaltar el contenido fotográfico y textual sin interferencias, logrando una experiencia visual armónica en todas sus aplicaciones. La simplicidad cromática refuerza el mensaje de calidad y exclusividad, permitiendo que la marca se mantenga coherente en cualquier entorno, desde lo digital hasta lo físico.
Los objetivos del desarrollo de la marca para el Hotel La Casona de Somahoz se centraron en crear una identidad visual que capturara la esencia histórica y arquitectónica del lugar, y que al mismo tiempo permitiera posicionar al hotel dentro del segmento boutique con una imagen sólida, coherente y diferenciadora.
La coherencia visual en todas sus aplicaciones mejora la percepción de profesionalismo y cuidado, lo que refuerza la confianza del cliente y potencia el recuerdo de marca. Al basarse en elementos arquitectónicos reales del edificio, el logotipo no solo comunica, sino que también narra una historia, conectando emocionalmente con el huésped desde el primer momento.
El Imagotipo integra simbología vegetal y humana mediante una flor estilizada que nace de una mano: una metáfora visual que conecta la intervención humana con
Una marca debe nacer del alma de aquello que representa. Y cuando esa alma está hecha de historia, familia y tierra, el reto creativo se
Una marca pensada para abrir puertas, construir estructuras sólidas y posicionar a LJF como referente en el sector metalúrgico con una imagen fuerte, reconocible.
Asumimos el desafío de construir una imagen que representara con claridad el oficio tradicional del cliente, pero con una mirada estratégica y actual. El objetivo:
La marca utiliza como símbolo una cabra cántabra, un animal ágil y resistente, que representa perfectamente la filosofía de la empresa: superar cualquier terreno y
El diseño publicitario ha sido concebido para proyectar solidez, modernidad y profesionalismo en cada uno de sus elementos visuales.